Opiniones Murciélagos Málaga
¡Aquí, Antonio Moret!
Os cuento porqué a este movimiento de conservación de las especies de murciélagos.
Voy a comenzar dándote 3 motivos de peso.
Reducen la abundacia de plagas
Reducen la presencia de plagas de dañinas para la salud pública y la agricultura, como los mosquitos, polillas, chinches, etc.
Un solo murciélago pequeño puede comer cada noche entre 1.000 y 3.000 insectos. Son los mejores aliados para ayudarnos a reducir poblaciones de mosquitos, polillas, saltamontes. Además,
Estos mamíferos están experimentando un descenso generalizado en su población en toda la región malagueña, al igual que en España y el resto de Europa. Este decrecimiento se debe a distintos factores de riesgo, disminución de su fuente de alimentación, el uso de pesticidas, la deforestación y entre los más importantes, la pérdida de refugios.
Ahorrar en pesticidas
Gracias a ellos, reducimos la necesidad de usar pesticidas, tenemos prendas de algodón, y podemos beber tequila
Desde una perspectiva económica, este fenómeno conlleva un ahorro sustancial en pesticidas, estimado entre 1 y 10 millones de euros anuales solo en España. En el mundo, los beneficios que nos aportan son incalculables, porque los murciélagos polinizan las plantas como el agave, del que se extrae el tequila, entre otras plantas económicamente importantes.
Científico e Investigación
El estudio de los murciélagos puede ayudarnos a mejorar los tratamientos contra enfermedades en la salud de las personas y el medio ambiente
Enfermedades que transmiten los mosquitos, como el virus del Nilo Occidental, el Dengue, entre otros. Además, algunas especies de murciélagos en Latinoamérica tienen una potente sustancia anticoagulante en su saliva que se investiga en medicina para su uso en tratamientos contra infartos y aneurismas.
Y estos son solo 3 ejemplos de cómo los murciélagos aportan valor a nuestra vida diaria.
¡Continua leyendo si quieres aprender más!
©Fiona A. Reid
Vale, reconozco que vistos de cerca parecen un ratoncillo con alas, pero nada más lejos de la realidad. Porque los murciélagos pertenecen a la orden los quirópteros (que en griego significa manos aladas) y no están relacionados ni remotamente con los roedores.
De hecho, decir que los roedores y los murciélagos son de la misma familia sería algo así como decir que el conejo y el elefante tienen un origen común.
Pero sigamos, que tengo más cosas que contaros
El murciélago es un animal que a pesar de todos los beneficios que aporta al equilibrio de los ecosistemas y la vida humana ha sido muy injustamente tratado a lo largo de la historia.
De hecho, hay un montón de falsos mitos sin ninguna base científica.
©Fiona A. Reid
¿Nos acompañas a derribar estas falsas leyendas?
Esta ocurrencia viene de lejos, en concreto, de los tiempos del Imperio Romano. Por aquellos entonces la biología y la zoología estaban en pañales y claro, le dieron al murciélago un nombre de lo que a ellos le parecía que era (mus, que en latín significa ratón y caecŭlus, que significa ciego).
Este es otro mito que nada tiene que ver con la realidad. Los murciélagos no solo tienen una capacidad visual excelente, sino que gracias a la ecolocación, una especie de GPS natural basado en la propagación del sonido, son capaces de moverse en la oscuridad y obtener alimento con mucha precisión.
Sí, igual que los gatos negros, romper un espejo, pasar por debajo de una escalera… En fin, otro falso mito. Lo que ocurre es que por su aspecto híbrido y algunas oscuras leyendas de brujas y fantasmas, ha propiciado esta idea sin razón.
De hecho, en países como China, el murciélago es un símbolo de larga vida, prosperidad, riqueza y salud.
Con la pandemia Covid-19 proliferó la noticia falsa de que los murciélagos fuesen los causantes de la transmisión de la enfermedad. Pero no, a día de hoy no existe una evidencia científica que lo corrobore.
Si nos vamos a otras enfermedades como la rabia, según la Asociación Española de Estudio y Conservación del Murciélago, menos del 1% de los murciélagos sanos son portadores de la enfermedad.
No, no y no. Los murciélagos son animales tranquilos, que van a lo suyo y no tienen ni la más remota intención de atacarte o ser agresivos. Solo se defenderán en los casos en que se sientan atacados o atrapados, como lo haría cualquier animal salvaje.
Toma nota del dato: solo 3 de las 1.400 especies de murciélagos del mundo se alimentan de sangre. Y de esas 3, ninguna se encuentra en Europa.
Así que no, lo del vampiro que se convierte en murciélago es otra mentira (y de las gordas).
Después de haber desmitificado las falsas creencias sobre los murciélagos, os presentamos las razones que motivan nuestro proyecto de defensa y conservación de estas especies.
Este amor por la conservación de la naturaleza comenzó cuando era pequeño
Por aquel entonces, vivía en una casa cerca de la Desembocadura del Río Guadalhorce. En los ratos libres, solía coger la bici para explorar un poco y disfrutar de la naturaleza, siempre encontraba un nuevo camino, un tipo de pájaro que no había visto antes, una tortuga, o alguna planta desconocida.
Pero no estaba solo en esas aventuras; siempre había un compañero bastante molesto que me aseguraba volver a casa lleno de picaduras: el mosquito tigre.
Recuerdo que a veces, intentaba pedalear lo más rápido posible para escapar de las nubes de mosquitos y evitar que me picaran, pero aún así, nunca lo conseguía. Las picaduras eran inevitables, al igual que el picor, la incomodidad y algunas veces, fiebre y escalofríos.
Varios años después, me gradué como Técnico Superior en Gestión Forestal y del Medio Natural. Para mi trabajo de fin de estudios, decidí analizar una licitación que proponía fumigar las áreas cercanas al río Guadalhorce, lugar que en aquel tiempo sufría de una grave superpoblación de mosquitos tigre que afectaba gravemente a la ciudad.
El plan propuesto por las autoridades consistía en aplicar insecticidas para erradicar los mosquitos. Sin embargo, al estudiar la situación, me di cuenta de que la fumigación no solo eliminaría a los mosquitos, sino que también afectaría negativamente a las cadenas alimenticias locales, impactando a los murciélagos, aves, anfibios y reptiles que dependen de estos insectos como fuente de alimento.
Este entendimiento marcó un punto clave en mi análisis, llevándome a considerar soluciones alternativas y basadas en la naturaleza que pudieran mitigar el problema de los mosquitos sin comprometer el bienestar de otras especies en el ecosistema.
¿Cómo pueden decidir fumigar con productos químicos tóxicos en un área natural donde numerosas especies dependen de la calidad ambiental del río?
Ante estas situaciones, es clave fomentar un enfoque más holístico que considere no solo la eliminación de la plaga, sino también la protección y preservación del ecosistema general. Alternativas como el control biológico, la gestión integrada de plagas y la educación ambiental pueden ofrecer soluciones más sostenibles y menos dañinas para el entorno natural.
También formo parte de:
Investigación para encontrar una alternativa sostenible a las plagas de insectos
Y así fue cómo descubrí que nuestros murciélagos consumen miles de insectos cada noche. Y que los mosquitos y polillas, en particular, representan una parte muy importante de su dieta alimenticia.
¡Los murciélagos son una solución ecológica para reducir la abundancia de mosquitos!
Fiona A. Reid
Pero había algo más: Los murciélagos son una especie muy amenazada que está en peligro de desaparecer.
Y la principal amenaza a la se enfrentan es precisamente por el uso de pesticidas y fitosanitarios que envenenan y matan a su principal alimento, los insectos.
Me puse en contacto con la administración que planeaba realizar la fumigación para compartir mis hallazgos sobre el impacto ecológico. Para mi sorpresa, me respondieron que no tenían conocimiento de esta información. Esto me hizo darme cuenta de la urgente necesidad de mejorar la comunicación y educación sobre la biodiversidad local antes de tomar decisiones que podrían amenazar nuestro ecosistema.
Aquel día pensé, que si no me dedicaba yo mismo a desarrollar esta solución ecológica y a ser parte del cambio en Málaga, nadie lo haría por mí.
Así fue como nació Murciélagos Málaga.
Hoy, varios años después de aquel descubrimiento, me dedico plenamente a la conservación de los murciélagos. He ayudado a educar a cientos de personas sobre la importancia de proteger nuestra biodiversidad urbana y he asesorado a multitud de empresas a emprender en soluciones basadas en la naturaleza que no solo promueven la conservación de los murciélagos, sino que también mejoran significativamente el equilibrio natural de nuestros ecosistemas y por tanto, nuestra salud.